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23 enero 2020
Posteado en : Entrevista
Manuel Larrotcha, embajador de España en Rumanía y Moldavia desde finales de 2018, nos recibe en la sede de la Embajada de España en Bucarest
Imagen del embajador Manuel Larrotcha¿Podría hacernos una fotografía breve de la Rumanía del año 2020?
Rumanía es un país poco conocido en Europa occidental, es un país que institucionalmente tiene una arquitectura parecida a la francesa, un sistema semipresidencialista. Es un país que tiene una situación geográfica clave e interesante desde el punto vista geoestratégico, ribereño con el mar Negro, donde ocurren cosas, alguna tan llamativa como la ocupación rusa de Crimea.
Además, Rumania representa también los confines actuales en oriente de la Unión Europea y es importante ver las cosas desde este extremo del territorio europeo.
Háblanos de su situación social.
La situación social es una situación estable, la sociedad rumana es una sociedad tradicional, más tradicional que la española, sin duda ninguna. Aquí, fenómenos que nosotros consideramos parte de nuestra vida cotidiana, como el matrimonio homosexual, todavía no están legislados. Pero además de su carácter tradicional, desde el punto de vista social, lo que llama la atención de Rumanía es el carácter abierto y amistoso con el que reciben a los extranjeros, es un pueblo muy hospitalario.
El talón de Aquiles, en este sentido, yo creo que es la población; se han ido cinco millones de rumana y rumanos en los últimos diez años. Se empezó a producir un éxodo y desgraciadamente se van los más jóvenes y los más preparados que son los que con más facilidad encuentran trabajos bien remunerados en Europa occidental. De esos cinco millones, uno aterrizó en España. Y ahí hay un cuello de botella porque la economía de este país necesita mano de obra y esa pérdida permanente de población no ayuda a conseguirla.
¿Y su economía?
En el nivel de renta todavía andan por detrás de la media europea y, en consecuencia, están todavía en ese proceso de acercarse a la media comunitaria. Pero es un país que tiene recursos naturales, tiene gas, tiene petróleo, tiene una agricultura muy potente. Y tiene industria: esos coches que se llaman Dacia y que se venden en España y en toda Europa están hechos aquí en Rumania y tienen muchísima industria auxiliar.
Es un país que ofrece muchas posibilidades y constituye un mercado muy interesante, hay muchas posibilidades de actuación para el ámbito de las infraestructuras: carreteras, autopistas, vías férreas, líneas de alta velocidad, prácticamente está todo por hacer.
¿Por qué cree que la relación entre España y Rumanía es tan estrecha, más allá de que seamos socios de la Unión Europea o de la OTAN?
Esa esa esa vinculación viene ya de antiguo: la pertenencia común al imperio romano, la pertenencia común a la latinidad, la proximidad de ambas lenguas, etc.
Durante la época de Franco no tuvimos relaciones diplomáticas con este país y, cuando en el setenta y cinco se restablecen relaciones diplomáticas, empiezan a descubrirse es unos mercados muy interesantes para las empresas españolas. Y luego evidentemente cuando Rumanía entra en la Unión Europea, se produce un movimiento de población importante de rumanas y rumanos que van a España. Por tanto, los lazos son humanos, son económicos o sociales, son históricos y son culturales. Hacen que la relación sea muy completa, no solamente muy intensa sino también muy completa.
¿Qué papel tiene Rumanía en el seno de la Unión Europea?
Rumanía fue uno de los últimos países en ingresar en la UE junto a Bulgaria y a Rumanía le preocupa enormemente que no se agrande la brecha que existe dentro de la UE entre Europa occidental y Europa oriental; y eso se consigue con el mantenimiento o con el incremento de los recursos financieros dedicados a políticas sociales (que incluyen la política de cohesión) y a la Política Agrícola Común. Ciertamente, Rumanía necesita apoyo, necesita solidaridad y necesita cohesión dentro de la Unión y el resto de los países socios tienen también una obligación de solidaridad. Nosotros, los españoles, lo vimos en los años ochenta y noventa, España cambió de forma extraordinaria gracias a la generosidad y a la solidaridad que recibimos de nuestros socios europeos.
¿Qué papel jugó la cooperación en la adhesión de Rumanía a la UE?
La cooperación al desarrollo, entendida en sentido clásico del término, no tuvo nada que ver. Si hablamos de cooperación como asistencia técnica y hablamos de proyectos como los como los hermanamientos o twinning, Rumanía se benefició desde mucho antes de 2007. Este país, después de la dictadura de Ceaucescu, estaba triturado desde todos los puntos de vista, incluido el administrativo; no tenía capacidad administrativa para gestionar prácticamente nada. Eso hizo que, durante todo el periodo de preadhesión, desde Bruselas se viera la necesidad de dotar a Rumanía de capacidades, el llamado capacity building, y ahí una de las mejores herramientas eran las asistencias técnicas.
Rumanía poco a poco fue generando grupos de funcionarios públicos con capacidad para gestionar, primero para elaborar proyectos, luego para gestionarlos adecuadamente y, en tercer lugar, para rendir cuentas de cómo se habían gestionado los flujos financieros que se habían asignado a esos proyectos. En ese sentido, Bruselas hizo un esfuerzo grande en Rumanía con los proyectos twinning, en los que la FIIAPP siempre fue muy activa.
Aún así, creo que todavía Rumanía tiene recorrido en este ámbito, hay mucho por hacer, por ejemplo, en el ámbito de las infraestructuras: hay pocas autopistas en relación con la extensión territorial y con la población.
¿Por tanto, considera que han sido positivos los Twinning?
Yo creo que sí, el que no siembra nunca recoge absolutamente nada. Y yo creo que generan riqueza, no sólo económica sino también humana y social.
Yo estuve muy cerca de un proyecto Twinning en Turquía y puedo asegurar que hay cientos de gendarmes en Turquía que hacen su trabajo diario mejor de lo que lo harían si no hubieran contado con ese tipo de proyectos de la UE en los que FIIAPP ha sido y es brazo ejecutor.
Además, había trabajado con FIIAPP anteriormente.
Yo he trabajado tres años con FIIAPP en el ámbito del Proceso de Rabat, un proceso en el que España tuvo un papel muy destacado; de hecho, nuestro país siempre está presente en el comité de pilotaje de ese proceso. En este sentido, entre los años 2009, 2010, 2011 y 2012 conseguimos que Bruselas dedicara fondos a ese asunto, que la Comisión Europea se implicara en esas rutas migratorias del Atlántico noroccidental. Mi experiencia fue buena, organizábamos muchísimas reuniones, en Bruselas, en Uagadugu y otras veces en Madrid y trabajé mucho con personal FIIAPP.
Y durante esos años, aprecié la facilidad con la que FIIAPP interactuaba con la Administración. Y las directrices que tenía FIIAPP estaban en sintonía con las de las autoridades de la política española en ese momento en materia migratoria y eso hacía que esta interfaz entre FIIAPP y Administración fuera relativamente fácil y siempre muy positiva.
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16 enero 2020
Posteado en : Entrevista
''A pesar de que nos dieron muchas recomendaciones, cuando llegas a Turquía para vivir es como venir de nuevas''
Ángel Vicente López Muriel durante el desarrollo del proyecto en TurquíaÁngel Vicente López Muriel, coordinador del proyecto Twinning ‘Mejor gestión de terroristas y delincuentes peligrosos en las cárceles y prevención de la radicalización‘, que se desarrolla en Turquía, nos cuenta cómo está siendo su experiencia como expatriado de la FIIAPP, su adaptación a Turquía y su rutina diaria en el país.
¿Qué ha sido lo que más te ha costado y lo que menos?
Lo que más me ha costado ha sido sacarme el carnet de residencia. Que si esta documentación, que si la otra, que este despacho, que el otro. Y finalmente te das cuenta de que es un país de influencias.
Lo que menos, pasear por las calles de Ankara. Tienes una sensación de seguridad importante. Puedes dejar tranquilamente la cartera o el móvil encima de la mesa y cuando regresas siguen ahí y eso no se percibe en muchas ciudades españolas.
¿Es tu primera experiencia fuera de España?; ¿Está siendo muy diferente a las anteriores?
He estado viviendo en Francia durante muchos años. Turquía es más parecida a España en el carácter de sus gentes que Francia. Sin embargo, las ciudades españolas se parecen más a las francesas. Pienso que a Turquía le queda un poco para estar al nivel de Europa, por supuesto en lo que a las grandes ciudades se refiere.
¿Cómo es tu trabajo y tu día a día?; ¿Es muy diferente a la rutina que llevabas en España?
El trabajo de oficina es parecido en cuanto al trabajo administrativo con la diferencia que aquí todo se focaliza sobre el proyecto y que siempre tenemos sobre nuestra cabeza los límites temporales. Y otra diferencia importante es que tenemos que gestionar las relaciones con los beneficiarios (con lo que a costumbre se refiere e idiomas) y luego además las de los beneficiarios con los expertos y los participantes en el proyecto.
¿Cómo es la relación con los compañeros y con la FIIAPP?
Pues a pesar de que antes de salir para Turquía, nos dieron muchas instrucciones y recomendaciones, cuando llegas a Turquía para vivir es como venir de nuevas. Nada prácticamente es igual a lo hablado, pues siempre hay un último cambio en cualquier gestión que trastoca el proceso, por ejemplo, la gestión de los teléfonos en la que tenemos que pagar tasas, la del permiso de residencia, etc.
En cuanto a la gestión del proyecto, existe alguna problemática que debería ser gestionada por la FIIAPP directamente con Bruselas ya que la CFCU que se encarga de la gestión administrativa del proyecto pone muchos impedimentos y aplica el manual de hermanamiento con su propio criterio.
La relación con los demás RTA es inmejorable, compartimos problemas que entre todos procuramos gestionar y solucionar.
¿Cómo valoras tu experiencia de trabajar como expatriado de la FIIAPP?
En coherencia con lo dicho anteriormente, FIIAPP nos aporta el apoyo logístico muy importante para la marcha del proyecto. Sin embargo, la gestión de problemas que planteamos, que con una llamada a los responsables de la EU podría solucionarse, no se lleva a cabo.
¿Alguna experiencia o anécdota que resaltar de tu llegada/adaptación al país?
La anécdota es cuando vas a cortarte el pelo por primera vez. Si eres una persona muy exigente con el corte de pelo tendrás que armarte de paciencia y elegir adecuadamente la peluquería. La primera vez que me corté el pelo, cuando salí no me quedó más remedio que taparme con la capucha.
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26 diciembre 2019
Posteado en : Entrevista
La secretaria general de la FIIAPP, Inmaculada Zamora, nos relata su trayectoria en la FIIAPP y cuáles han sido los principales retos afrontados este año 2019
Fotografía de Inmaculada Zamora en el Encuentro anual de EUROsociAL+ en Cartagena de Indias, Colombia (julio de 2019)¿Cuántos años llevas trabajando en la FIIAPP y en qué puestos?
Trabajo en la FIIAPP desde finales de 2008. O sea, hace 11 años.
Entré como asesora en Gobernanza y cohesión social, y coordiné la fase final de EUROsociAL I. Fui directora adjunta, después, llevando, entre otras funciones, la coordinación del departamento de proyectos y programas (ATP). En 2011, de nuevo, volví a dirigir un EUROsociAL II, más centralizado y con mayor liderazgo de la FIIAPP, con excelentes resultados. En 2016 me trasladé a terreno (Ghana) a dirigir un proyecto de lucha contra la corrupción y finalmente regresé a la sede como Secretaria General en noviembre de 2018, hace justo un año.
¿Qué podrías decir que te ha aportado la Fundación a nivel personal y profesional?
Mi carrera profesional se había desenvuelto entre el desarrollo regional, como funcionaria en mi región, Aragón, y el desarrollo internacional como representante de la AECID en varios países de Asia y América Latina.
Digamos que la FIIAPP aúna las dos pasiones que, como empleada pública, guían mis intereses profesionales: por un lado, la defensa de lo público, el convencimiento de la gran incidencia que tienen las políticas públicas y la institucionalidad en el desarrollo de los pueblos; y por otro lado la dimensión internacional del desarrollo, la importancia y los impactos de los equilibrios/desequilibrios globales en el desarrollo de la humanidad en su conjunto.
Quizás podría resumirlo de otra manera resaltando mi compromiso con la reducción de desigualdades y, para conseguirlo, la existencia de unos poderes públicos (nacionales e internacionales) fuertes que puedan ajustar los desequilibrios de partida (sociales, geográficos, entre otros) que el libre mercado, en ocasiones, agudiza.
El mandato de la FIIAPP combina perfectamente estas inquietudes y me hace sentir que en alguna medida contribuyo a este fin.
¿Qué te parece lo más destacable, lo más bonito de la FIIAPP?
Que convertimos el conocimiento en desarrollo: el conocimiento se transfiere en las universidades, en las aulas, en cursos y seminarios, en conversaciones, en estudios y análisis, de muchas maneras. Lo poseen y transfieren profesores, académicos, empleados públicos, expertos…. El que lo recibe se beneficia individualmente de ello.
Pero, si hablamos de desarrollo ¿quién asegura y cómo, que ese conocimiento es transformador, que se traduce en cambios en la sociedad, cambios de políticas e instituciones que al final mejoran la vida de los ciudadanos? Pues es, precisamente, la FIIAPP la que tiene esa tarea maravillosa y única: la de seleccionar y vehicular el conocimiento de tal forma que produzca cambios, que tenga un impacto en los sistemas y, por ende, en la ciudadanía. Para los que están familiarizados con la teoría del cambio, la FIIAPP trabaja las cadenas causales y resultados intermedios para que el cambio esperado se produzca.
Esto lo hace a través de metodologías de asistencia técnica pública que implican vigilar todos los estadios del aprendizaje entre pares (entre empleados públicos) para que no se quede solo en intercambio de conocimientos, sino que tenga un efecto sobre el sistema, sobre las instituciones y políticas y finalmente sobre la ciudadanía.
En tu labor de Secretaria General, ¿qué crees que es lo mejor de poder desempeñar este cargo?; ¿Y lo peor?
Lo mejor ha sido el poder acceder a una perspectiva completa del potencial que la FIIAPP posee como instrumento de desarrollo y poder visualizar mejoras que le lleven a explotar ese potencial, a ordenar mejor nuestro conocimiento para consolidarlo y hacerlo más efectivo.
Por otro lado, los recursos humanos que tiene la FIIAPP son lo mejor de esta institución. Gente comprometida, profesionales, con valores, con ilusión. Y a la vez, también es lo más difícil. Gestionar los recursos humanos en un proyecto concreto para una actividad concreta me parece gratificante y satisfactorio porque es fácil aunar energías y pasiones hacia objetivo común. En el sector público no se puede acceder a los mismos incentivos del sector privado y éstos se deben basar más en motivación, trabajo en equipo y compañerismo, valores, pasión compartida por lo que se hace, involucración del personal en las decisiones, etcétera.
Aun así, la gestión “genérica” de los RRHH me parece una de las tareas más complicadas y admiro a la gente que se dedica a eso porque es tremendamente complejo.
¿Qué avances y retos pendientes destacaría de este año en la FIIAPP?
Desde el punto de vista institucional y sistémico, el mayor logro de esta etapa (2018-2019) para la FIIAPP ha sido su integración real y coordinada en el sistema público de la cooperación española.
En cuestiones sustantivas, la FIIAPP ha puesto un mayor énfasis en tres temas que, siendo sumamente estratégicos, se habían tratado anteriormente con carácter casi marginal: igualdad de género, transición ecológica y migraciones. La elaboración de un plan de igualdad; el fortalecimiento de EUROCLIMA+ (programa regional para América Latina); el de energías renovables en Cuba; los proyectos de migración en Marruecos y en América Latina, en conjunto con la OIM y con el BID implementando su Facility para migraciones en la región, son un ejemplo de ello.
En términos operativos y administrativos, la extraordinaria rotación del personal temporal de proyectos y las restricciones sobre la contratación de personal fijo, a pesar de su pequeño incremento en los últimos años, siguen constituyendo el principal riesgo para la FIIAPP. Aunque se está consolidando la modernización tecnológica que mejorará la productividad, la tensión sobre la estructura es fuerte. En cuestiones metodológicas, debe resaltarse, por último, el esfuerzo en instalar una apropiada y estructurada gestión del conocimiento, que consolidará el “saber hacer” de la FIIAPP y ayudará a visibilizar el valor añadido que aporta al sistema.
¿Una reflexión final?
Confirmar mi compromiso con la institución y mi deseo de que la FIIAPP, en un corto periodo, aprovechando al máximo sus recursos humanos, desarrolle más su inteligencia colectiva y consolide una reputación de excelencia, de calidad, de servicio público modélico, y de impacto en los sistemas públicos para mejorar las vidas de las personas.
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21 noviembre 2019
Posteado en : Entrevista
Entrevistamos a Jesús Agudo Ordóñez, project líder del proyecto Twinning de ‘Formación forense hacia métodos de examen avanzados en Turquía’ y facultativo del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, quien nos habla sobre ciencia forense y qué aporta a este proyecto desarrollado en Turquía
Jesús Agudo, project líder del proyecto ‘Formación forense hacia métodos de examen avanzados en Turquía'¿Cuál es el objetivo principal de este proyecto Twinning?
El objetivo es fortalecer y mejorar los métodos que se utilizan en los laboratorios forenses en Turquía. Para ello, se ha dispuesto la colaboración de los especialistas de ciencias forenses españoles hacia sus colegas turcos.
Los especialistas en ciencias forenses españoles provienen de tres fuentes fundamentalmente. Por un lado, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y algún forense de algún instituto de medicina legal que pudiera agregarse puntualmente. Por otro lado, el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil y, por último, el Laboratorio de Ciencias Forenses de la Policía Nacional.
Son todos laboratorios de ciencias forenses, uno de ellos es de carácter civil, el nuestro perteneciente al Ministerio de Justicia, y los otros dos son de la esfera del Ministerio del Interior como son el laboratorio de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
¿Qué cree que puede aportar este proyecto a Turquía?
A Turquía este proyecto le va a ayudar sobre todo a normalizar los métodos que utilizan en las investigaciones de laboratorios forenses. Es cierto que los técnicos de laboratorios forenses turcos tienen un nivel muy alto, probablemente homologable a la mayoría de los países europeos. Quizás, el valor añadido más importante que puede aportar los facultativos españoles es precisamente, y ésta es una de las finalidades del proyecto, el homogeneizar, normalizar y lograr la acreditación de las técnicas que se utilizan en los laboratorios turcos.
¿Qué actividades se van a realizar para conseguir estos objetivos?
Están previstas cuarenta actividades a lo largo de dos años. Prácticamente, semanalmente hay alguna actividad y algún desplazamiento de los técnicos del instituto o del laboratorio de la Policía o de la Guardia Civil. Estos técnicos suelen ir en pares y lo que se hace es organizar seminarios y ciclos formativos en Turquía a los cuales asisten los técnicos turcos del mismo campo que los españoles enviados allí.
En el Instituto Nacional de Toxicología nos dedicamos a las ciencias forenses, digamos, en una vertiente humana. Aquí no tenemos ingenieros, sino que todos los especialistas que hay aquí son expertos, licenciados o graduados en ciencias biomédicas. Por tanto, nuestra actividad está centrada en el estudio del crimen, del delito que ha ocurrido y su repercusión a nivel orgánico, a nivel de sus tejidos, a nivel de la persona.
La Policía Nacional y la Guardia Civil trabajan también en este campo, pero quizás su factor diferencial con nosotros es que ellos tienen formación y dan formación en otras ciencias más policiales como puedan ser la balística o la ingeniería de sonido, de imagen, de grabación de voz, de grabación digital, de delitos no tan ya relacionados que afecten a la persona, al cuerpo, al humano, sino delitos más tecnológicos, más informáticos. Entonces, existen planes formativos para todas estas áreas.
¿Cómo contribuye a los países el tener forenses especializados?
La ciencia forense ayuda a garantizar y a mejorar la calidad de las investigaciones policiales para la prevención de crímenes y para su persecución. Las ciencias policiales son fundamentales, en la espina dorsal de la sociedad para mantener el orden y mantener la justicia. Concretamente, el Instituto Nacional de Toxicología pertenece al Ministerio de Justicia, y para una sociedad la existencia de orden y de justicia en su seno, es fundamental para el desarrollo de las relaciones interpersonales y para el desarrollo y de todo tipo de iniciativas profesionales y de negocios.
Por tanto, al final de lo que estamos hablando es de garantizar la prosperidad, la riqueza de los países y que sus ciudadanos se sientan seguros para relacionarse y para iniciar proyectos con repercusión económica que contribuyen al enriquecimiento y engrandecimiento de los Estados.
¿Qué valor añadido aporta la FIIAPP al proyecto?
FIIAPP es un órgano vertebrador de esta cooperación sin cuyo concurso sería muy difícil llevar a cabo este tipo de proyectos. Al final, las personas que participan en estos proyectos, tanto la parte beneficiaria que es Turquía como la parte colaboradora que es España, lo que está poniendo en know-how en ciencia, en este caso, en ciencias forenses. Pero resulta imprescindible tener un organismo que realice unas tareas de carácter organizado, de carácter administrativo y de carácter económico. Entonces FIIAPP es el organismo necesario, es el cemento necesario para cohesionar el proyecto, sin FIIAPP los proyectos no tendrían mucho futuro ni mucho sentido.
¿Cree que la cooperación internacional es importante para recibir conocimientos y aportarlos a otros países?
Para los países limítrofes de Europa, para aquellos países que han solicitado la adhesión a la comunidad europea o aquellos otros países que quizá no están en condiciones de solicitarlo o no lo han solicitado pero están en la órbita, creo que es muy importante porque se trata de expandir el modo de hacer las cosas que tenemos en Europa.
Es un modo que está acreditado en el campo de las ciencias forenses que internacionalmente está contrastado con otras áreas de influencia como pueden ser Estados Unidos o Asia, y es importante que los países que están cerca de Europa, o que pretenden ser parte de ella en el futuro, vayan adoptando este tipo de métodos, acostumbrándose a trabajar con unos criterios de calidad, a trabajar con una estandarización de sus métodos y el día que se pueda producir un acercamiento mayor o una adhesión sea todo mucho más fácil y las personas que trabajan en esos países ya vengan con la lección aprendida de cómo hay que trabajar en el ámbito de Europa.
Es importante la comunicación constante entre las instituciones del país miembro, que es España, y del país beneficiario, que es Turquía, con FIIAPP como coordinador. También es importante no perder el pulso con la Comisión Europea que es quien propulsa y financia este proyecto. Sería interesante también, ya lo hemos hecho en alguna ocasión, mantener una relación cercana con ellos para ayudar a solventar aquellas pequeñas cosas que puedan ser pequeños obstáculos e intentar mejorar día a día el funcionamiento de los proyectos.
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07 noviembre 2019
Posteado en : Entrevista
"Ves con distinta perspectiva las cosas, cómo es la cooperación en terreno y esto suma, aprendes y amplías tu forma de ver"
Fotografía de Pilar FernándezPilar Fernández, coordinadora del proyecto ICRIME, nos cuenta cómo está siendo su experiencia como expatriada de la FIIAPP, su adaptación a El Salvador y su rutina diaria en el país.
¿Cuánto tiempo llevas en El Salvador? ¿Cómo ha sido tu adaptación al país?
Aterricé en San Salvador el 4 de junio, así que llevo algo más de cinco meses con la coordinación del proyecto ICRIME, financiado por la Unión Europea, la AECID y el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). En el proyecto, gestionado por la FIIAPP, el principal objetivo es el refuerzo de las unidades de investigación, institutos forenses, redes y procedimientos de investigación criminal en el SICA.
En cuanto a la adaptación, no ha sido muy difícil ya que anteriormente había vivido algunas temporadas de 3-4 meses en San Salvador, desde el año 2013 al 2017. Y en ese sentido, ya conocía la ciudad, cómo moverme en el país, a quien llamar para coger un taxi, dónde comprar, qué visitar… Además, siempre los amigos aquí, tanto salvadoreños como españoles, te vuelven a hacer “el plan de acogida” cariñosamente.
¿Qué ha sido lo que más te ha costado y lo que menos?
Aunque he vivido en San Salvador en años anteriores, sigue siendo complicado el acostumbrarme a las grandes tormentas y los temblores, como aquí llaman a los terremotos, ya que no en vano estamos en el ‘Valle de las Hamacas’ y ‘tiembla’ continuamente.
Por otra parte, debido a temas de seguridad, resulta complicado andar, moverte a pie por la ciudad, sobre todo a partir de que oscurece. Esa libertad de movimiento, al no tenerla, pues cuesta acostumbrarse, ya que en Madrid caminaba bastante.
Lo que menos me ha costado han sido las cuestiones logísticas de encontrar apartamento en el que vivir para casi tres años y medio. Gracias a mi amiga Xiomara, antes de llegar a San Salvador, ya tenía fotografías de distintos apartamentos a elegir, porque se encargó de ir a visitarlos. En tres días, vi todos los apartamentos y tuve firmado el contrato de alquiler.
¿Alguna experiencia o anécdota que resaltar de tu llegada /adaptación al país?
Pues ciertamente la llegada a San Salvador fue algo accidentada, ya que salimos del aeropuerto de Madrid con tres horas de retraso. Esto fue debido a que reventó una rueda antes de entrar en la pista de rodaje. Así que regresamos al punto inicial en el aeropuerto, vinieron los bomberos y al final tuvimos que cambiar de avión. Pero funcionaron los sistemas de alarma de la aeronave…
Además, como es un vuelo vía Guatemala, cuando fuimos a aterrizar en el aeropuerto de La Aurora en Ciudad de Guatemala, nos comunicaron que teníamos que estar dando vueltas en el espacio aéreo hasta que una gran tormenta pasara…así que otros 40 minutos de retraso…En fin, un viaje de 24 horas.
¿Así que ya habías vivido en El Salvador previamente?
Sí, había tenido la experiencia de vivir en el ‘Pulgarcito de Centroamérica’. Estuve gestionando dos proyectos en temas de integración regional centroamericana y seguridad democrática con el SICA. Al estar la sede de la Secretaría General en San Salvador, me desplacé por temporadas a lo largo de cinco años.
¿Cómo es tu trabajo y tu día a día? ¿Es muy diferente a la rutina que llevabas en España?
Estamos trabajando en la sede de la Dirección de Seguridad Democrática (DSD) de la Secretaría General del SICA. Por tanto, el día a día en la oficina supone estar en contacto con el equipo de la DSD que lleva a cabo la coordinación general del proyecto. Además, al estar en el mismo edificio, facilita la comunicación y el trabajo con las personas que componen el Fondo España SICA, instrumento de la Cooperación Española que también implementa otros resultados del proyecto.
En este momento ya está totalmente conformado el equipo con dos especialistas principales, el jefe de proyecto, las tres personas locales de El Salvador y esta servidora como coordinadora del proyecto. Por tanto, las coordinaciones entre los equipos, con la Delegación de la Unión Europea en Centroamérica y con las instituciones beneficiarias, son vitales para el logro de los resultados del proyecto.
Después de la oficina, siempre queda un ratito para compartir con los amigos, asistir a algún acto en el Centro Cultural de España en El Salvador, hacer algo de deporte o descansar. Así que la rutina se parece un poquito a la que llevaba en España.
¿Cómo es tu relación con el equipo FIIAPP en Madrid? ¿Y con tus compañeros en El Salvador?
La relación con el equipo FIIAPP en Madrid, con Esther Utrilla, Sonsoles de Toledo y Cristina de Matías, es cercana y diaria. De hecho, con Esther, debido a la diferencia de siete horas entre España y El Salvador, nos vamos dejando mensajes por whastapp para ponernos al día en un momento, además de los correos electrónicos. También agradezco mucho el apoyo de los compañeros del área de Estrategia y Comunicación, Iosu Iribarren y Laura Ruiz. Así como a Sara Ruiz de RR.HH.
Con respecto a mis compañeros en El Salvador, nos hemos ido integrado bastante bien, vamos poco a poco conociéndonos. Tanto Mariano Simancas, jefe de proyecto y Lola Moreno, experta principal y yo misma, somos nuevos en la FIIAPP, por lo que vamos aprendiendo conjuntamente en la aplicación de los procedimientos internos de la casa, o cómo ir afrontando la implementación del proyecto. Y desde luego, tengo una gran oportunidad de aprender sobre temas forenses y de investigación criminal con ellos, ya que tienen una vasta y gran experiencia. Así que contenta, ¡porque el enriquecimiento profesional está asegurado!
¿Cómo valoras tu experiencia de trabajar como expatriado de la FIIAPP?
La valoro positivamente. Es un desafío, un reto meditado. Tener que dejar tu país, tu ciudad, la familia, tus amigos, esa zona de confort, no es fácil. Pero supone una evolución en el desarrollo profesional y personal.
Vives fuera de España, y haces también una pequeña familia a casi 8.700 kilómetros de Madrid. Ves con distinta perspectiva las cosas que ocurren en nuestro país, las que ocurren en El Salvador y en la región centroamericana, cómo es la cooperación en terreno y esto suma, aprendes y amplías tu forma de ver.
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10 octubre 2019
Posteado en : Entrevista
"La FIIAPP es una Fundación muy reconocida y eso hace que uno tenga sentimiento de pertenencia con mucha facilidad"
Ernesto Prieto en su oficina en PerúErnesto Prieto, coordinador del proyecto de ‘Apoyo a las fuerzas de la ley de la Unión Europea en la lucha contra las drogas y el crimen organizado en Perú’, financiado por la Unión Europea y gestionado por la FIIAPP, nos cuenta cómo está siendo su adaptación al país y su rutina diaria en estos primeros meses de vida del proyecto.
¿Cuánto tiempo llevas en Perú? ¿Cómo ha sido tu adaptación al país?
Llegué a Lima el 16 de mayo, así que todavía llevo poco más de 2 meses. La verdad es que no ha sido difícil porque ya comencé aquí como ‘Joven Cooperante’ y ha sido un poco como volver a casa. Por otro lado, sí he visto muchos cambios desde la anterior vez que estuve, una ciudad más congestionada, con mucho tráfico y una gran cantidad de negocios, con mucho movimiento y más dinamismo.
¿Qué ha sido lo que más te ha costado y lo que menos?
Lo que más me ha costado ha sido el clima, porque vine directamente de mi anterior destino, en República Dominicana y Cuba, y ha sido aterrizar en el invierno austral, siempre nublado y frío, pero con el tiempo uno se adapta a lo que sea. Lo que menos me ha costado ha sido estar de nuevo en un lugar familiar para mí, incluso encontrando amigos que dejé aquí años atrás, es bonito ese reencuentro con gente que hacía mucho que no veías.
¿Es tu primera experiencia fuera de España? Si no es así, ¿está siendo muy diferente a las anteriores?
Ya llevo bastante tiempo fuera de España, he trabajado en varios países, además al haber estado ya en Perú, no es algo tan diferente para mí. Quizá la mayor diferencia está en que en mi anterior trabajo en Perú estaba vinculado a un proyecto en el Valle del Colca, provincia de Arequipa, lugar de sierra, a mucha altitud, y ahora en Lima las cosas son muy diferentes, como la comida, el clima y los servicios a los que uno tiene acceso.
¿Cómo es tu trabajo y tu día a día? ¿Es muy diferente a la rutina que llevabas en España?
El trabajo no es muy diferente a una rutina española, o al menos eso creo, hace mucho que no trabajo allí. Pero al final es un trabajo de gestión que puede ser similar a otros que se puedan hacer en España. Lo que sí es cierto es que se comienza muy temprano para solventar los inconvenientes de las 7 horas de diferencia con España, procurando atender correos y llamadas para poder resolver cuestiones lo antes posible. Hay mucho contacto con los socios y muchas reuniones que ayudan a generar la confianza necesaria con los distintos actores, es un trabajo de mucha negociación, de entendimiento para ir logrando una consolidación de procesos.
¿Cómo es tu relación con el equipo FIIAPP en Madrid? ¿Y con tus compañeros en Perú?
Desde el principio ha sido extraordinaria tanto con el equipo en Madrid como con los compañeros en Perú. Es gente muy profesional, que sabe muy bien lo que está haciendo, con mucha experiencia. Igualmente, los compañeros en Perú están muy preparados, saben lo que quieren del proyecto y tienen claro que la idea es crear unas estructuras institucionales más fuertes, así que es muy fácil trabajar así.
¿Cómo valoras tu experiencia de trabajar como expatriado de la FIIAPP?
Trabajar con FIIAPP sí es una novedad para mí. Al principio fue mucha adaptación a nuevos procedimientos, a formas de hacer las cosas, pero siempre ha habido un acompañamiento que me ha permitido una rápida integración. Por otro lado, siempre he tenido la oportunidad de estar vinculado a la cooperación gubernamental, desarrollando programas de fortalecimiento institucional que permitían implementar o elaborar diferentes políticas públicas, pero nunca había tenido la oportunidad de trabajar en un contexto europeo, pudiendo compartir el trabajo con funcionarios de diferentes nacionalidades y sectores, siendo muy enriquecedor profesional y personalmente, con un aprendizaje continuo. Eso sí es un gran valor para mí al trabajar como expatriado de la FIIAPP. Además, es una Fundación muy reconocida y eso hace que uno tenga un sentimiento de pertenencia con mucha facilidad.
¿Alguna experiencia o anécdota que resaltar de tu llegada al país?
Bueno, lo comentaba al principio, llegar de un clima caribeño donde comenzaba el verano, con temperaturas muy elevadas, a aterrizar en un lugar con una nube permanente y frío, pues de repente, no tenía ropa adecuada para salir a la calle, así que imagina el frío hasta que rápidamente pude conseguir comprar algo de abrigo.